miércoles, 29 de octubre de 2014

LAURA NUÑO, O LA VANIDOSA SATISFACCIÓN DE LA BUENA HISTÓRICA

Hoy me siento en una nube. Y no, no es por mis logros (pocos o muchos). Es más bien una sensación que había creído olvidada en el tiempo. El regustillo emocionado que te queda cuando lees una novela romántica "al estilo de las de antes", pero con un toque personal nuevo, inconfundible, indiscutible.
Me refiero, cómo no, a...


Y aunque no debería necesitar de más presentación, se la daré. Porque la novela lo vale, y la autora también.
Sé que algun@s me diréis que siento debilidad por las artes escrituriles de Laura Nuño. PUES SÍ, PARA QUÉ NEGARLO.
Es que esta mujer tiene tantas caras literarias que una ya no sabe si sorprenderse gratamente, reírse, tirarse de los pelos, lanzar improperios a cada cual más espantoso, o acabar llorando emocionada.
Todo eso se encuentra entre las páginas de ENTRE DOS BANDOS. Sin duda todo un descubrimiento ver que la impenitente autora de la saga de LOS OCULTOS tiene tal profundidad de sentimientos (es broma, nena. Sé que a ti los sentimientos, los buenos, te sobran).
Estamos sin lugar a dudas ante la novela más emotiva de Laura Nuño que yo haya leído hasta la fecha (y aún me quedan un par de ellas...). Eso sin mencionar la documentación exhaustiva que casi nos "obliga" a ponernos en situación. En la situación de los guerrilleros que lucharon y vencieron a Napoleón. Esos héroes anónimos que tan bien retrata la autora, y a los que acompaña la fuerza de personajes tan célebres como El Empecinado. (Y quién no lo conozca, que se lea la novela, ea!!).
Me ha encantado el modo en que introduce todos los datos históricos para dar más verosimilitud a la historia, esos pequeños guiños en forma de chispeantes diálogos en los que da un pequeño protagonismo a personajes reales, para mezclarlos con los los ficticios.
Y luego están ELLOS. Así, con mayúsculas. Y a mí se me escapa un ¡¡¡Ay!!! como una montaña de grande. Bueno, uno no. CIENTOS.
Porque tengo que hablar de Gabriel. Y de Lucía. Y de Juan.



Si hay un hombre en quien piense cuando hablo de honor, paciencia, consideración, caballerosidad, picardía, sentido del humor y amor incondicional, ese es Gabriel. El duque de LaFontaine es todo eso y mucho más. El mimo con el que trata a Lucía desde el minuto cero me han enamorado por completo. Las primeras escenas, en las que juega un papel importante las miradas, los roces, los pensamientos, han sido para mí una auténtica delicia. No solo no las considero lentas, sino que yo misma intentaba alargarlas hasta el infinito para disfrutarlas de igual modo.
Y para un hombre así, una mujer como Lucía de Galán. Alguien con una voluntad de hierro, forjada a base de experiencias traumáticas que han contribuido a formar un carácter firme. Porque Lucía es mucho más que unos ojos azules y un cuerpo bonito. Es un "pequeño general" que sabe hacerse con el dominio de la situación cuando es necesario (¡Y de qué manera!). Es una mujer desconfiada que vale mucho más por lo que calla que por lo que habla. Es un corazón puro que cae rendido a los pies de Gabriel. Y es precisamente ahí donde empieza su cielo y, a un tiempo, su infierno.
Por último, quiero hablaros de Juan. Del Lobo. Del guerrillero valiente y arrojado. Del hombre desgarrado por su amor hacia Lucía. Juan, sencillamente, me ha cautivado. Así sin más.
Creo que ha quedado claro el cúmulo de emociones que he sentido con ENTRE DOS BANDOS. Ha sido todo un descubrimiento el estilo suave y certero de Laura en cuanto a la histórica se refiere, sin perder su toque personal (Que me ha arrancado más de una carcajada). Con clase, sencillez y tacto. Con unas escenas íntimas en las que vibrarás, porque están llenas de ternura y pasión.
Una novela intensa, emocionante y que recomiendo un ciento diez por cien.
Con todo esto, solo me queda decir:

¡¡¡LAURA, QUIERO CONOCER LA HISTORIA DEL JODIDO PORTUGUÉS A LA DE YAAAAAA!!!
¿Y a vosotr@s? ¿Qué os ha parecido la novela?

2 comentarios:

  1. Prometido.
    Gracias, nena. Siempre consigues emocionarme.

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    Respuestas
    1. Ya sabes que la de las lágrimas soy yo, y ya sabes por qué, jajajajaja!!! Besos, guapa!!

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